Los alimentos sostenibles y saludables no son una moda, son una realidad.

Los alimentos sostenibles y saludables no son una moda, son una realidad.

Los procesos globales de las cadenas alimentarias en el mundo están conectados y la pandemia del Covid -19 ha reforzado y probado esa interdependencia, cuellos de botella en la cadena de suministro, en la logística del transporte terrestre y marítimo, ausencia o exceso de un suministro, se ha constatado fragilidad. Las empresas han cambiado, son más ágiles y realizan respuestas en tiempo real. Se han actualizado los cambios en la logística de entrada.
Sin embargo, el Consumidor también ha cambiado. Los mercados de consumo también han cambiado, se estima que el mercado global de base vegetal (Proteínas de origen vegetal) factura más de 35 mil millones de dólares al año y que este crecimiento continuará de manera sólida. Los consumidores quieren productos sostenibles en la mesa, productos con sabor, nutricionalmente adecuados a sus necesidades de género, actividad profesional y/o momento de vida. El comer se extiende también a lo emocional, a sus valores éticos, culturales y también religiosos. Una parte importante de los consumidores evalúa el impacto de lo que come en su salud física y psicológica. Los alimentos sostenibles y saludables no son una moda, son una realidad. Alimentos que estimulan la inmunidad, que nutren cuerpo y mente, que están libres de culpa en sus procesos de producción.